En esta época del año, además de hibernar en los bosques mexicanos de oyamel, las mariposas Monarca realiza su ciclo reproductivo, antes de retornar a su lugar de origen en Canadá y Estados Unidos.
Juliana Bernal, ejidataria del Santuario de Piedra Herrada, comentó que entre el 15 y 20 de marzo, las mariposas se marchan.
Después de aparearse, las mariposas emprenden el viaje de regreso, atravesando casi medio continente a través de la ruta central migratoria.
Las hembras cargadas de energía llegan a los campos de Texas a depositar sus huevecillos en las plantas de asclepia, cuya conservación es vital para realizar la anidación y también para dotarlas de alimento.
Rosalío Hernández, ejidatario de Piedra Herrada, señaló que “los pesticidas es lo que afecta a la mariposa o toda su reproducción, la planta donde ellas depositan sus huevecillos, donde ellas se reproducen”.
Las acciones trilaterales de protección al fenómeno migratorio se ven reflejadas en un importante incremento de mariposas Monarca, que están hibernando en los bosques del Estado de México y Michoacán.
Las mariposas permanecen cinco meses del año en los bosques mexicanos, de noviembre a marzo; aquí encuentran las condiciones propicias para sobrevivir durante el invierno, completando el ciclo con el apareamiento para dar vida a la nueva generación de Monarcas.
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