El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó que existe una posibilidad de implementar un “gasolinazo”, aumentando los impuestos a la gasolina y diésel para financiar un plan de infraestructura.
Este lunes declaró que, ciertamente lo considera, con el motivo de destinar lo recaudado a la construcción y reparación de autopistas.
Se menciona que, desde 1993 no han cambiado los impuestos a los combustibles, ni creado retos financieros para preservar el Fondo para Carreteras.
Actualmente, el gobierno estadounidense, financia dicho fondo con un impuesto de 18.4 centavos de dólar por galón de gasolina y 24.4 centavos por galón de diésel, los cuales no han sido ajustados por la inflación, de manera que la recaudación continúa bajando, conforme los ajustes de la economía.
A pesar de que los legisladores aprobaron desde 2008 una inyección adicional al fondo de 143 mil millones de dólares, el mantenimiento se ha enfocado en baches.
Elevar los impuestos al combustible en 35 centavos de dólar por galón e indexarlos a la inflación, permitiría al gobierno federal recaudar 473.600 millones de dólares adicionales en la próxima década, de acuerdo con personal de la Comisión Conjunta sobre Impuestos del Congreso.
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