sábado, 10 de mayo de 2014
Salir de compras en busca de tallas grandes, un 'via crucis' para millones de mujeres
KARIM SAHIB
La escasez de tallas grandes, que no se ajustan a los cánones de belleza impuestos por la industria de la moda, impide que muchas mujeres vistan como les gustaría, empujándolas a forzar su salud con tal de lograr una extrema delgadez.
En países como Argentina muchos establecimientos violan las leyes sobre la variedad de tallas, lo que hace que salir de compras se convierta en una odisea para millones de mujeres.
Con 20 años y 140 kilos de peso, Yamila Carraveti participó en 'Cuestión de peso', un exitoso 'reality show' de la televisión argentina en el que participan personas que sufren obesidad. Como para cualquier chica de su edad, estar gorda era algo más que un problema de salud.
"A veces decía que no salía porque no tenía ropa, pero lo que no quería era salir por ahí mal vestida. Porque veía a todas mis amigas con sus jeans, sus remeritas, todo, y yo tenía que ir vestida como gorda", cuenta Yamila, para la que ir a un cumpleaños o a una fiesta se convertía en algo muy complicado.
Frente a las cámaras perdió más de 60 kilos hasta que recibió el alta médica. Había dejado de ser obesa y comenzó a confraternizar con su nuevo cuerpo. Sin embargo, lejos de lo que pensaba, la discriminación de la industria indumentaria no se mostró sensible a sus logros. Resulta que pese a que había alcanzado su peso normal gracias al esfuerzo realizado durante más de un año, aún no era capaz de dar con su talla en todas las prendas que quería vestir. Las excusas cambian, pero el resultado es siempre el mismo: la frustración.
"Yo estoy pesando 77 kilos, no estoy ya en los 140. Técnicamente me tendría que entrar la ropa y no me entra y me da bronca porque no hacen nada por la gente, no hacen nada para que uno no se sienta discriminado", afirma Yamila.
En Argentina como en la mayoría de los países de la región, no existe una ley de tallas a nivel nacional. Pero la norma, que obliga a los locales a ofertar un amplio abanico de tamaños en las prendas, sí está vigente en distritos como Provincia y Ciudad de Buenos Aires. En la capital, según varios informes, no se cumple y el estado mira para otro lado.
"Hay una serie de multas que prevé la ley que deberían aplicarse en caso de no cumplirse. El único organismo de control con inspectores es la Agencia gubernamental de Control, y no lo hacen", resalta María José Lubertino, legisladora de la ciudad de Buenos Aires.
Las consecuencias de los estándares impuestos por la industria de la moda exceden la cuestión de la obesidad y son el detonante de distintos tipos de trastornos alimenticios en todo el mundo.
"Las mujeres suelen sufrirlo más porque hay de por sí un tema cultural y social respeto a la estética [...]. El hecho de que no haya tallas lo genera, en general, es una mayor angustia", afirma Valeria Luski, licenciada en piscología.
Exigiendo que se cumplan las leyes, pero también intentando generar socialmente cambios en los cánones de belleza, quizá llegue el día en que Yamila y millones de mujeres puedan vestir sus cuerpos sintiéndose tan atractivas, como reales.
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