El párroco de Simojovel, Marcelo Pérez, confirmó la muerte de las 11 personas, mientras que el Gobierno de Chiapas declaró que no tiene constancia de los decesos.
En la zona sigue la tensión. Muchos años le tomó a la familia Pérez Paciencia construir y amueblar sus casas en la comunidad de Pom, en Chalchihuitán, Chiapas. A raíz del conflicto agrario no sólo se quedaron sin sus viviendas, también perdieron el sustento económico; ya no pueden trabajar las tierras que han cultivado, desde hace más de 40 años.
José Luis Pérez Paciencia, uno de los desplazados de Chalchihuitán, comentó que ellos trabajan el café y no pueden ir a trabajar por miedo a que gente armada de Chenalhó los maten.
Las casas de su familia y sus tierras están al lado la franja que se encuentra en disputa, entre comuneros de Pom y Majupepentic.
El conflicto de tierras ha generado división de familias y amigos.
José Luis tiene amistades en Chenalhó, “por eso duele mucho que muchos, que consideraba mis amigos, mis familiares, hayan hecho esto a mi casa. Duele más porque, igual, mi mamá pertenece a Chenalhó, nada más que mi papá es de Chalchihuitán”.
La casa de su abuelo está en Chenalhó, “pero hasta el momento no sabemos cómo está. Si está bien o está mal, por el conflicto que no hemos podido hablar con nuestros familiares”.
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