Cruz Azul no pudo contra nueve

El subcampeón de la Liga MX, el Pachuca, se presentó con una victoria en el Torneo Apertura 2014 y lo hizo como visitante, al imponerse 1-0 a La Máquina en el Estadio Azul.

Los Tuzos, con dos hombres menos, lograron quedarse con los tres puntos y dejaron en cero a los celestes. Matías Alustiza marcó la única anotación del encuentro a los 12 minutos. El técnico celeste apostó por iniciar el partido sin tres de los cuatro seleccionados mundialistas; sólo colocó de titular al portero José de Jesús Corona y confió en quienes habían trabajado en la pretemporada. La Máquina funcionó bien de inicio, con las descolgadas a velocidad de Pablo Barrera, quien a los seis minutos tuvo una opción para abrir el marcador, pero al quedar solo de frente al arco tiró abajo a la derecha y con grandes reflejos Oscar Pérez evitó la caída de su marco. Fue una tarde soñada para los dirigidos por Enrique Meza, quienes todavía tiene el mal recuerdo de haber perdió la final ante el León. Pero de inmediato se hizo presente en el marcador, a los 12 minutos, Daniel Arreola realizó una gran jugada, al hacerle un sombrerito a un zaguero celeste, se metió al área y sacó un disparo que el portero Jesús Corona rechazó, pero el rebote le quedó a Matías Alustiza quien mandó el balón al fondo de la red, con un potente remate, para silenciar el Estadio Azul. Pablo Barrera tuvo otra opción de marcar a los 26’, pero también falló, errores que motivaron que a su salida lo abuchearan los aficionados celestes. Cruz Azul insistió en busca del ansiado empate, pero acostumbrado a dar grandes juegos ante su equipo, el Conejo Pérez atajó todo lo que le llegó a su arco. Para la segundo parte, los celestes insistieron de diversas formas, tiros, centros y hasta con par de chilenas del argentino Mauro Formica. Pachuca quedó encerrado los minutos finales, cuando perdió por expulsión a Jorge Burrito Hernández a los 71’, y Daniel Arreola siete minutos después. Cruz Azul, ya con Marco Fabián y el ecuatoriano Joao Rojas en la cancha apretó, pero la igualada nunca llegó.