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Este lunes arranca el juicio contra los miembros de la organización neonazi desarticulada en España en 2005, en la denominada 'Operación Pánzer', la cual tenía en su poder un arsenal de armas y munición.
Se sentarán en el banquillo de la Audiencia Provincial de Valencia 18 de los 25 inicialmente detenidos miembros del Frente Antisistema (FAS) para los que los fiscales solicitan penas que suman hasta 50 años de prisión.
A todos se les imputan delitos de asociación ilícita para promover la discriminación, el odio y la violencia, tenencia de armas prohibidas y armas de fuego sin licencia.
Entre los acusados se encuentran dos militares, un concejal de Silla (Valencia) y el asesino del joven valenciano Guillem Agulló (crimen que se produjo en abril de 1993).
A partir de la solicitud de la Audiencia de Valencia se reveló que las armas incautadas en la Operación Pánzer y consideradas pruebas muy relevantes, que permanecían bajo custodia de la Intervención de Armas de la Guardia Civil, fueron destruidas por la misma unos meses antes del juicio.
El arsenal procedente del Ejército incluía lanzagranadas, pistolas, escopetas, revólveres, una gran cantidad de munición e incluso bolígrafos pistola.
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