El feminismo argentino logró por primera vez que el aborto se incorpore en la agenda oficial de temas a debatir en un Congreso que inicia sesiones ordinarias el próximo 1 de marzo, con el informe de gestión de Macri.
Marcos Peña, jefe de Gabinete, se reunió con los diputados y senadores oficialistas y les dijo que habría libertad de acción, es decir que cada diputado y senador votará de acuerdo con sus convicciones, no a partir de una orden del gobierno y así ya está prevista una sesión especial sobre el tema para el 8 de marzo.
Diputadas de diferentes partidos presentarán por séptima vez una iniciativa para legalizar el aborto, proyecto que nunca se ha discutido en sesión plenaria ante el desinterés del resto de los legisladores.
Y ahora se discutirá en el recinto y dejará en claro la posición individual de cada diputado y senador en el tema.
Pese a que en la Cámara de Diputados hay posibilidades de que la legalización se apruebe, la iniciativa sería frenada en el Senado, pues la mayoría de sus integrantes niegan el proyecto, aunque las posiciones pueden cambiar según las encuestas.
Una multitud femenina exhortó la legalización para evitar muertes de mujeres, en su mayoría pobres, que interrumpen su embarazo en condiciones de clandestinidad, sin garantía médica alguna.
El lema de la Campaña es “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, ya que se calcula que cada año abortan 500 mil mujeres, de las cuales mueren cerca de 100.
El símbolo de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, fue el color verde, que predomina entre mujeres de todas las edades que se acercaron al Congreso, para exigir que los diputados debatan la despenalización en el recinto.
Actualmente, el aborto sólo está despenalizada en caso de que el embarazo sea producto de una violación o si la vida de la madre está en peligro, pero la ley no se respeta y las mujeres siguen siendo criminalizadas.
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