“En Naucalpan”… Continúan cambios de directores ante el rescate del gobierno

• Formalizan sustitución de Antonio García Mendoza, y conceden un voto de confianza a Gabriela Burgos, en el área que realmente requiere una mutación completa, frente al monstruo y desafío que representa administrar el municipio.

Por Mario Ruiz Hernández NAUCALPAN Méx., a 7 de julio del 2017.-Es claro que, dentro de los distintos ajustes en el gobierno de Olvera, en necesario rescatar lo que realmente vale la pena y “sin compadrazgos”. El escenario actual, es de completa incertidumbre para el logro de los objetivos diseñados al inicio del mandato, y a un año y medio y tras “el morenazo del 4 de junio”, el replanteamiento. En esa lógica, los cambios y enroques en la administración pública, y sobre todo en aquellas áreas críticas, decirlo como es; “levantar el changarro” con lo que se tiene y dispone. Creo que gobernar el monstruo que representa Naucalpan, es un gran desafío, y en ello su mosaico de conflictos y problemas en los distintos órdenes no es para nada menor. Al interior de la gerencia, revalorar esos cambios de funcionarios en justamente esas áreas, y conceder, pienso, “ese voto de confianza”, digo entre otras, a la dirección de gobierno. El asunto y al margen, de lo que en su momento pudiera representar la nueva titular de la dependencia, Gabriela Burgos, desde el activismo social, hoy el entender que todo ente público esta sujeto a las oportunidades. Sin embargo, y todavía más allá de los costos políticos, la salida de Antonio García Mendoza, de tal dirección, mirar la realidad con otra óptica, ser eficaces y dar los resultados inmediatos. Por otra parte, es tanto real como verídico que Naucalpan enfrenta situaciones contrastantes en un mismo territorio, es sus pueblos originarios, en la zona emergente, y la residencial. Urge pues, operar desde esta dirección las verdaderas “tareas de inteligencia, más que los chismes, diatribas y resentimientos incluso, del fuego amigo y otros temas pendientes”. La demarcación, tampoco está para experimentos en capítulos de la agenda municipal, muchos de ellos sumamente complicados y que requieren un tratamiento especial. El presente y futuro no esperan, la evaluación del desempeño vendrá más temprano que tarde, en esta vorágine en que los errores se pagan caro.