Al atravesar el país como categoría 4, el Huracán "María" dejó en Puerto Rico una “devastación absoluta” y cortó 100% de su servicio eléctrico, tras arrasar las Islas Vírgenes y las Antillas, donde dejó al menos nueve muertos.
Imágenes en las redes sociales muestran calles inundadas, algunas de ellas con automóviles flotando a la deriva, y los residentes que llamaban a una radio local, describieron los desastres desde todas partes de la isla.
Ricardo Rosselló, gobernador de Puerto Rico, solicitó a sus ciudadanos que no se dejen engañar porque el ojo de "María" ya haya pasado.
“El peligro continúa. Hay aviso de inundaciones para todo Puerto Rico. Permanezcan en lugares seguros”, escribió en Twitter.
Las comunicaciones eran complicadas en la isla, que quedó en un 100% sin energía eléctrica, un servicio que ya había mostrado fragilidades con el paso del Huracán "Irma".
Cuando llegó "María", unas 200 personas seguían viviendo en refugios por el embate de "Irma", pero esta vez la barrida fue completa.
La Guardia Costera dijo que la isla está sin energía y con pocas comunicaciones.
En el centro de San Juan, la administradora de 53 años, Imy Rigau estaba protegida en un pasillo de su apartamento, inundado con 30 centímetros de agua de lluvia porque se levantó el techo de su vecina de arriba.
Imy Rigau contó, llorando “El agua bajó por la escalera como si fuera una cascada y toda esa agua se metió dentro de la casa, estamos encerrados en el pasillo”.
El gobernador Rosselló anunció también que había pedido al presidente Donald Trump, que declare a Puerto Rico, un territorio estadounidense, zona de desastre.
La Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA), pone un límite de cinco millones de dólares a la ayuda federal, mientras la declaración de desastre carece de límite.
La devastación en la isla de 3.5 millones de habitantes es “prácticamente absoluta”.
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