miércoles, 11 de octubre de 2017

Día Internacional de la Niña: el empoderamiento de 19.4 millones de niñas y adolescentes mexicanas

  • Hasta el 2015 poco más de 2 millones 300 mil niñas y adolescentes de entre 3 y 17 años no asistía a la escuela.

  • Con 77 de cada mil embarazos, México ocupa el primer lugar en embarazo adolescente de entre los países de la OCDE.

  • 247 mil niñas y adolescentes en nuestro país realizan alguna actividad económica.

Hace apenas 6 años que cada 11 de octubre conmemoramos en el mundo el Día Internacional de la Niña, este año la tarea es: Empoderar a las niñas: antes y después de las crisis, el Estado mexicano y sus instituciones tienen la obligación de garantizar y fortalecer acciones que prioricen la integridad física y emocional de las niñas y adolescentes,  particularmente en un contexto como el actual que enfrentamos las mexicanas y mexicanos, después del trágico sismo del 19 de septiembre, debemos asegurar su derecho a la salud integral,  educación y vivienda, entre otros.

Las consecuentes demostraciones de discriminación y violencia de las que millones de niñas y adolescentes son objeto, hicieron evidente la necesidad de reconocer sus derechos y concientizar al mundo sobre las dificultades y problemáticas que enfrentan cotidianamente, recordó Verónica Juárez Piña, Secretaria Nacional de  Gobierno y Enlace Legislativo del PRD.
Señaló que en México, las cifras dibujan un negro panorama para las 19.4 millones de niñas y adolescentes, que representan el 16.2 por ciento de una población total de 119.5 millones de mexicanas y mexicanos. Seis son las entidades que concentra en su población un alto porcentaje de niñas y adolescentes, Chiapas, Guerrero, Aguascalientes, Oaxaca, Puebla y Durango en donde 2 de cada 10 pobladores son niñas o adolescentes. Por el contrario las entidades con menor porcentaje de esta población son la Ciudad de México, Colima, Nuevo León, Morelos y Yucatán.

Entre los muchos obstáculos que enfrentan las niñas y adolescentes, es el ejercer su derecho a la educación, un factor clave que contribuye en el ejercicio de otros más de sus derechos humanos. De acuerdo al INEGI, hasta el año 2015 poco más de 2 millones 300 mil niñas y adolescentes de entre 3 y 17 años no asistía a la escuela, siendo Chiapas, Michoacán y Durango los estados con mayor índice de no asistencia escolar. Más de 900 mil niñas en el país no cuentan si quiera con educación secundaria completa. Situación que se complica cuando se hace referencia a las más de 272 mil niñas y adolescentes mexicanas que tienen alguna discapacidad severa.
Basados en la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres (ENIM 2015) el Instituto Nacional de Salud Pública y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, colocaron a nuestro país en el nada grato primer lugar en embarazos adolescentes de entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) “77 de cada mil embarazos son gestados por adolescentes. 308 mil adolescentes mexicanas  de entre 15 y 17 años han estado embarazadas por lo menos en una ocasión, de ellas 30 mil experimentaron un aborto” expuso Juárez Piña. Igual de alarmante resulta el hecho de que el 60 por ciento de las adolescentes sexualmente activas no emplean ningún método anticonceptivo.

La pobreza y la merma en los ingresos familiares son un fuerte vínculo con el trabajo infantil, que a su vez se convierte en uno de los factores determinantes  en la deserción escolar.  Pese a que la Ley Federal del Trabajo restringe desempeñar alguna actividad económica a niñas, niños y adolescentes menores de 14 años, durante 2015, el Módulo de Trabajo Infantil (MTI) mostró que en nuestro país trabajan 2.4 millones de niños, niñas y adolescentes de 5 a 17 años. De los cuales 747 mil son niñas y adolescentes, de ellas 235 mil dejaron de asistir a la escuela.

“El Estado tiene una deuda histórica con la infancia en nuestro país, y la brecha se aletarga cuando hablamos particularmente de niñas y adolescentes, se ha dejado de lado un proyecto de empoderamiento que tenga como eje fundamental la garantía y promoción de sus derechos humanos. Es urgente que cada quien desde nuestros espacios políticos o sociales, brindemos espacios de empoderamiento para nuestras niñas y adolescentes” finalizó la perredista.

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