Las autoridades ucranianas no se atreven a abrir fuego contra los activistas prorrusos que han tomado rehenes y han asaltado edificios gubernamentales, como el de la foto izquierda en Donentsk, donde los partidarios de separarse de Ucrania se enfrentaban ayer a golpes contra los policías que trataban de recuperar el edificio. La tensión al rojo vivo se vivía también en el interior del Parlamento ucraniano en Kiev, donde diputados ultranacionalistas golpearon a diputados comunistas por pedir que Ucrania se convierta en un estado federal con el ruso como lengua cooficial. De momento vemos golpes en Ucrania, mientras que el mundo cruza los dedos para que no se escuchen disparos, ya que podrían ser el comienzo de una guerra entre dos bandos, uno apoyado por Estados Unidos y otro por Rusia. .
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