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Tras la derrota de Brasil contra Alemania en Belo Horizonte se han comenzado registrar disturbios en las calles de algunas ciudades brasileñas, incluyendo Belo Horizonte (donde tuvo lugar el partido), São Paulo y Río de Janeiro.
Además de llorar la derrota del partido de semifinales, cientos de hinchas brasileños han salido a las calles de São Paulo y han quemado banderas de su equipo.
Según apuntan algunos medios locales, la Policía tuvo que usar gases lacrimógenos para dispersar a la multitud.
También a las afueras del estadio en el que tuvo lugar el partido se han registrado disturbios.
De acuerdo con el diario 'El Universal', la tensión también se notó en la playa de Copacabana en Río de Janeiro. Después de que el equipo alemán metiera el quinto gol, cientos de personas corrieron hacia las calles de la ciudad desde la playa, lo cual causó pánico entre quienes miraban el partido.
Aunque varios medios señalan que se han producido disturbios en distintos puntos del país, la página web oficial de la Copa del Mundo afirma que no ha habido revueltas de ningún tipo.
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