© REUTERS Robert Galbraith
El editor de un periódico estadounidense estuvo guardando una hamburguesa y un pastel de McDonald's en su escritorio durante años y descubrió que ninguno de los alimentos llegó a podrirse.
Marshall V. King, jefe de redacción del diario del estado de Indiana (EE.UU.) 'The Elkhart Truth', escondió una hamburguesa en su escritorio el 2 de julio de 2009.
Unos dos años después, sus colegas le dieron un pastel de la misma cadena de comida rápida, y también lo añadió a su colección.
"Yo ya había visto una hamburguesa que tenía varios años de antigüedad en un evento de la Oficina Agrícola y siempre quise hacer mi propio experimento", escribió King en una columna dominical.
"La hamburguesa se encogió, el pan se secó, pero nunca tuvo moho", escribió King. "Cinco años después se ve casi igual que un par de semanas después de que la compré. Como un disco de hockey con un ligero olor a carne de vacuno acompañado por un pan reseco", añadió.
El pastel se describe en el sitio web de McDonald's como "cremoso, con flan de vainilla suave enclavado en una corteza crujiente de hojaldre glaseado con azúcar". No obstante, tres años después de ser comprado, no parece peor de cómo luciría un par de días después de adquirido.
Los representantes de McDonald's de EE.UU., por su parte, han ofrecido su explicación al fenómeno de su comida 'sin fecha de caducidad', asegurando que "en el entorno adecuado y ciertas condiciones, específicamente la humedad", sus hamburguesas, papas fritas y otros elementos del menú se pueden descomponer.
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